Desmonte en Potrero de los Funes: sin respuestas concretas, vecinos esperan dialogar con el intendente
El viernes hicieron una concentración y corte en el Circuito de la villa. Piden que frenen las obras que generan un impacto en el medio ambiente y que realicen una consulta popular para la instalación de la terminal.
Los vecinos de Potrero de los Funes se mantienen en alerta por el desmonte de pinares que comenzó a realizar el Gobierno en conjunto con la Municipalidad, en inmediaciones a la oficina de Turismo, donde buscan construir una terminal de ómnibus con fondos de Nación.
A fines de junio, concejales de Unidos por San Luis y Todos Unidos presentaron una nota al intendente Damián Gómez pidiendo detalles de la obra. Entre los puntos que requerían estaba un estudio de impacto ambiental. Pero lejos de tener respuesta comenzó la tala de árboles, que llevó a la movilización de los residentes.
El viernes hicieron un corte en inmediaciones al Circuito del Lago para visibilizar los reclamos. Horas después emitieron un comunicado donde resaltaron que no frenarán hasta que cesen las tareas. Y recién este lunes, les avisaron que el miércoles serán recibidos por Gómez.
“Sólo después que el último árbol sea cortado, sólo después que el último río haya sido envenenado, sólo después que el último pez haya sido atrapado, sólo entonces nos daremos cuenta que no nos podemos comer el dinero”, sostuvieron los vecinos en un comunicado que difundieron este domingo.
Explicaron que decidieron autoconvocarse para decidir los pasos a seguir ante “el desmonte ilegal y sorpresivo del pinar ubicado en linderos del Circuito internacional altura A2”.
Proponen que el nuevo edificio sea emplazado en la zona de boxes y que “se elabore un informe de impacto ambiental para la obra, que pueda ser consultado fácilmente por cualquier vecino”.
Sobre lo primero fundamentaron que es “un espacio ya despejado” donde “hay infraestructura apropiada y no se afectaría ningún espacio verde”. Y sumaron que ese sector hoy “no tiene circulación de colectivos por lo que se vería beneficiada con la conexión de transporte público, algo que reclaman los vecinos desde hace ya varios años”.
Transmitieron que se van a mantener organizados y en alerta juntando firmas para frenar las acciones y dialogar “con quien sea necesario” para que se revean.
Como problema, el grupo de autoconvocados planteó que no salen del “asombro y la indignación” que les produjo “el desmonte de más de 50 ejemplares de pinos, algunos muy antiguos”.
“Nadie hasta la fecha ha visto los planos, no se ha colocado un cartel con el expediente que autorice la obra, empresa constructora y montos licitados, no sabemos si el desmonte fue autorizado ni por quién. Estas inquietudes fueron planteadas por representantes en el Honorable Concejo Deliberante de nuestra ciudad y no fueron respondidas”, advirtieron.
En otro tramo del documento indicaron que aunque viven en “una flamante ciudad, hay decisiones que no se consultan” con autoridades de la comuna o legisladores.
“Según los papeles el Circuito y sus linderos son administrados por San Luis Agua Sociedad del Estado Provincial, quien se lo adjudicó en 2007 cuando se expropiaron tierras y se talaron cientos de árboles para hacer esa mega obra que nadie pidió. Como no es territorio de ninguna vialidad, no está señalizado: no hay reductores de velocidad, sendas peatonales, veredas, ni reglamentación sobre el estacionamiento, es una zona liberada a la buena voluntad de los automovilistas, una zona urbana llena de tiendas y atracciones turísticas en donde la gente camina por la banquina (cuando no hay vehículos estacionados) al lado de autos y camiones que circulan a velocidades de ruta”, detallaron.
Incluso recordaron que la implementación del Circuito “no fue consultado con los pobladores y causó mucha resistencia en la comunidad”.
“Nuestro bosque nuestra decisión”
Los vecinos precisaron que el predio en cuestión consiste en “una especie de polígono de aproximadamente 3,6 hectáreas y se ubica desde la entrada del club Biguá, hasta el Circuito Internacional a la altura de A2, donde está la secretaría de Turismo y en su largo desde el camping Don Goyo hasta la escuela generativa”.
“Allí crecen pinos, eucaliptus y algunos árboles nativos. Por este bosque de árboles altos, algunos de más de 50 años, pasan senderos peatonales que son usados por vecinos y visitantes de nuestra localidad para llegar al Parque Nativo, por ejemplo, o para seguir hasta los miradores. Este es uno de los pocos senderos agrestes que quedan en el pueblo”, añadieron.
Añadieron más bondades de ese sector: “Nos regala perfumadas mañanas, alivio fresco en el verano, cobijo para muchos pájaros”.
“¿Por qué a alguien se le ocurriría matar los árboles y poner una terminal de Ómnibus? Algo tan alejado de la naturaleza”, se preguntaron.
“No estamos en desacuerdo con la creación de una terminal”
Los autoconvocados también aclararon que el reclamo no es en contra de la obra en sí, sino que existen “reticencias al respecto”. Mencionaron el lugar de la instalación y preocupación por “el impacto que esta obra tendrá en el medio ambiente”.
“Hasta el momento, con ya más 50 árboles talados, no sólo no hemos visto planos o autorizaciones, tampoco vimos un informe de impacto”, subrayaron.
Agregaron desconocimiento sobre “dónde van a ir los desechos de esta nueva terminal”, y tampoco si utilizarán “las ya colapsadas cloacas a las que solo el 40% del pueblo accede”.
Remarcaron que no quieren encontrarse con la basura en el lago o el río como sucede con frecuencia.
“Vemos periódicamente como purgan la cloaca en el lago ya sea en tareas de mantenimiento, como en temporada alta y de lluvias, en esos momentos dejan la purga abierta contaminando nuestro hermoso embalse”, contaron.
“Cansados de desmontes, queremos ley de bosques ya”
Finalmente, los vecinos transmitieron a pesar de contar con una ordenanza que considera a Potrero de los Funes como un “municipio sustentable”, la falta de certezas sobre las jurisdicciones que competen implica que no pueden “decidir” sobre el territorio donde habitan.
“Nos deja a vecinos y representantes impávidos frente a las decisiones del Ejecutivo provincial, que desconoce o elije desconocer nuestros deseos y necesidades como pobladores”, reclamaron.
Tuvieron en cuenta que en la reglamentación de la Ley de Bosques Nativos provincial, la localidad “se encuentra en zona roja o zona protegida”. Pese a eso, siguen viendo situaciones de tala “casi a diario, ya sea por privados para vender loteos, o por el mismo Estado provincial”.
“Queremos poder decidir sobre el uso del Circuito, queremos que sus alrededores agrestes no sean tierra de nadie donde se nos impongan obras desde el Ejecutivo sin ninguna consulta a los vecinos, queremos recordarles a los políticos que somos una democracia y quien decide sobre nuestros recursos naturales somos quienes vivimos en Potrero”, expresaron.
Concluyeron en que el planeta “ya está sufriendo los estragos de la actividad humana y defender la vida se hace necesario”.